Orazio Gentileschi fue un pintor caravaggista italiano. Nació en Toscana (Pisa, 1563), iniciando su carrera en Roma, pintando al estilo del manierismo. Aunque se formó en el ambiente del manierismo de la Toscana, cuando se establece en Roma queda impresionado por la obra de Caravaggio, autor del que ya hemos analizado alguna obra en “El vino en el Arte”. Su tenebrismo juvenil deriva de Caravaggio pero evita el naturalismo excesivo de éste; emplea luces contrastadas pero se recrea en tejidos y materiales lujosos, no en los defectos físicos. “Lot y sus hijas” es uno de sus cuadros más representativos y sorprendentes.
Conformó un estilo personal, elegante y matizado que influyó en maestros como el español Juan Bautista Maíno. La mayoría de sus obras consistía en la pintura de las figuras dentro de los esquemas decorativos de otros artistas. Desde 1600 se dejó influenciar por el estilo de Caravaggio. Recibió encargos importantes en Fabriano y Génova antes de trasladarse a París a la corte de María de Médici. La última parte de su vida la pasó en la corte de Carlos I de Inglaterra, desarrollando un lirismo toscano más personal, que se caracteriza por los colores claros y precisión en los detalles, alejándose de Caravaggio. Su estilo era bastante convencional, pero sus obras fueron apreciadas por su clasicismo por la aristocracia inglesa.
Lot y sus hijas es el nombre que identifica a un pasaje bíblico (Génesis 19) que ha dado origen a un tema iconográfico muy representado en el arte a partir del Renacimiento, gracias a su condición de escena escabrosa, que incluye el incesto. Tras su huida de Sodoma, Lot se refugia con sus hijas en una caverna en el monte. Allí las dos muchachas, ante el temor de no tener sucesores, deciden, de común acuerdo y por sugerencia de la mayor, embriagar al anciano padre para asegurarse la descendencia y contribuir a la perpetuación de su estirpe. Durante dos noches consecutivas emborracharon a Lot, yaciendo la primogénita la primera noche con él y la menor la segunda.
Las virtudes afrodisiacas del vino están presentes. Tanto el recipiente que contenía el vino y como el objeto que se empleó para beberlo parecen estar dotados de un cierto simbolismo sexual. Precisamente, una teoría considera que el término vino derivaría del sánscrito vana (amor). La Biblia, que hace del vino un componente fundamental de la vida material y simbólica del cristianismo, condena tajantemente en diversos pasajes la embriaguez y el exceso en la bebida. Lot y sus hijas pertenece a la colección Thyssen-Bornemisza desde 1977. En el Museo de Bellas Artes de Bilbao se guarda otra composición con el mismo episodio que fue pintada para el rey inglés Carlos I.
Para la crítica de Arte Mar Borobia “Gentileschi ha interpretado el tema valiéndose más de la insinuación y la sugerencia que de los hechos evidentes”. Para ella, “La paleta de Gentileschi es reducida, pero con ella consigue combinaciones elegantes al aplicar las grandes manchas de la ropa —roja, amarilla, azul y blanca— sobre un fondo y un paisaje donde predominan gamas oscuras de grises, azules y tierras. En este conjunto destacan también por su textura y colorido los dos objetos metálicos arrojados sobre el suelo: la botella que contenía el vino y el recipiente con el que se ha bebido”.
La historia de Lot sirvió durante muchos años de ejemplo para mostrar las negativas consecuencias de la bebida sin moderación: el comportamiento brutal, irrespetuoso de cualquier tabú y «bestial» del borracho se asociaba, en los sermones y prédicas cristianas, al incesto de Lot. Esta narración fue un tema representado con mucha asiduidad por diferentes artistas durante los siglos XVI y XVII, al que añadieron componentes sensuales con notas, más o menos implícitas, de seducción y erotismo. ¿Conoces algunas de las representaciones más relevantes de este pasaje? Sin duda la obra de Orazio se encuentra entre ellas, pero no es la única. En todas ellas el vino tiene una gran relevancia para interpretar el cuadro.
¿Qué te parece la obra de Gustave Courbet? Encontramos importantes similitudes respecto al cuadro de Gentileschi. Courbert es uno de los máximos representantes del movimiento realista instaurado en Francia dos siglos después, y su visión no dista demasiado de la de Orazio.
Muy interesante también resulta la representación del artista alemán Lucas Cranach, más coetáneo respecto a Orazio, pero con un estilo pictórico completamente opuesto a lo analizado hasta ahora.
Tremendamente sugerentes también resultan las obras de Altdorfer o Goltzius. Como puedes comprobar, en todas ellas el vino tiene una gran importancia para explicar la escena bíblica de Lot y sus hijas. Las diferentes visiones de los autores, aun presentando iconografía común y elementos recurrentes, también muestran patrones discordantes. El vino, del mismo modo que todo lo demás, es entendido de una forma distinta en cada cuadro y adquiere connotaciones muy personales según la obra analizada.
Orazio fue el padre de la pintora Artemisia Gentileschi. La historia del cuadro se entremezcla con experiencias propias en su vida. En 1612 fue llamado al Tribunal de Roma, esta vez para testificar contra Agostino Tassi, importante pintor neomanierista, quien fue acusado de violar a la hija de Orazio, Artemisia Gentileschi. Orazio había confiado en él para enseñar a la joven. Tras un controvertido proceso, Tassi, que había prometido matrimonio a Artemisia estando casado, fue condenado por estupro, difamación a Orazio y presentación de testigos falsos a cinco años de trabajos forzados o el destierro de Roma, siendo esta última opción la elegida por el pintor. Artemisia Gentileschi, por su parte, tambien nos dió su particular visión del pasaje bíblico que nos ocupa.
El Arte no podría ser entendido sin el vino, encontramos cientas de representaciones que lo abordan. Es un elemento inherente del ser humano, y como tal debemos tratarlo. Es normal que ahora mismo te apetezca una copa. De ser así, nosotros te lo ponemos fácil ofreciéndote el más amplio catálogo. Te esperamos en nuestra tienda online: http://tiendalicoresreyes.es
