David Teniers “el Joven” no solo fue uno de los artistas flamencos más prolíficos, también lo podemos considerar como uno de los más versátiles. Aunque es más conocido por sus representaciones de la vida campesina, él pintó temas que van desde alquimistas y brujas, hasta asuntos alegóricos y bíblicos. Teniers pintó además multitud de retratos, y también hizo copias a pequeña escala de la pintura italiana. No es un artista nuevo para nosotros, ya que tiempo atrás hablamos de su obra “El rey bebe”, representando la fiesta de la Epifanía.

Dos campesinos con un vaso de vino Teniers

Teniers fue bautizado en Amberes en 1610. Al parecer estudió con su padre, David Teniers “el Viejo” (1582-1649), que se especializó en la pintura histórica a pequeña escala. Teniers “el Viejo”, que trató de probar su habilidad en las grandes composiciones sacras y mitológicas, debe su fama a sus representaciones de la vida campestre y los paisajes antuerpienses.

Habiendo contextualizado al padre como gran referente, ahora nos centraremos en la obra del hijo. Teniers dignifica la vida popular y campesina, convirtiéndola en un motivo pictórico casi equiparable a la gran pintura alegórica de Rubens. El Museo del Prado posee una amplia colección de este artista, con alrededor de 40 obras.

David Teniers (Amberes, c. 1610 – Bruselas, 1690) fue, sin duda, el principal representante de la pintura flamenca de escenas populares y campesinas de mediados del siglo XVII. El baile, el banquete, la bebida o el tabaco están presentes en la mayoría de sus pinturas. Su espontaneidad, minuciosidad y virtuosismo modernizaron y dignificaron un género considerado hasta entonces menor y vulgar.

En 1645 y 1646 Teniers fue decano del gremio de artistas de Amberes. Durante estos años pinta “Dos campesinos con una copa de vino”. Él era también un miembro activo de la cámara de los retóricos De Violieren. Entre los clientes importantes para los que trabajó durante la década de 1640 se encontraba Antoon Triest, obispo de Gante, que podría haberle introducido al círculo del archiduque Leopoldo Guillermo, gobernador de los Países Bajos meridionales. Teniers aparentemente entró en servicio del archiduque en su corte de Bruselas en diciembre de 1647. A principios de la década de 1650 Teniers sucedió a Jan van den Hort (1611-1651) como pintor oficial de la corte.

La elección del pueblo llano como argumento de sus pinturas es una constante en sus obras, heredada de Pieter Bruegel el Viejo y Jan Brueghel el Viejo. Muchas veces fue comparado con maestros holandeses como Adriaen van Ostade, si bien opta por un costumbrismo más refinado. Teniers es uno de los pintores más prolíficos de la época, con una producción catalogada de cerca de 1.000 obras.

En su fantástico óleo sobre tabla “Dos campesinos con una copa de vino” encontramos una nueva escena de vida popular. En ella podemos apreciar el estado de visible felicidad de dos ancianos. La mujer ofrece una copa de vino al hombre, llena hasta la mitad. Parece invitar al hombre a tomarla, ofrenda que este acepta gustoso. Teniers aplica a su pintura una tonalidad brillante que levanta el ánimo de una paleta que en un inicio podría ser calificada de oscura, sombría, casi lúgubre. No existe dramatismo: Teniers da una imagen amable de las tabernas, de sus gentes, de los borrachos y fumadores.

Dos campesinos con un vaso de vino (copa) Teniers

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Un artículo de Alberto Muñoz Moral
Responsable de Comunicación de Licores Reyes