Ignacio Pinazo Camarlench fue un pintor español de estilo impresionista. Desde muy joven ejerció diversos oficios, como platero, panadero, dorador o pintor de azulejos. En 1864 ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y compaginó sus estudios con el trabajo de sombrerero, siendo alumno de José Fernández Olmos. En 1873 se costeó él mismo un viaje por Italia y en 1876 obtuvo una pensión para Roma. Allí se interesó por la pintura de los machiaioli y pintó el gran cuadro de historia Últimos momentos del rey Jaime el conquistador en el acto de entregar su espada a su hijo Pedro, una de las obras maestras del género, que fue premiada con segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1881. Su obra no fue ajena al vino. Esto lo podemos comprobar en “Baco”, fechado en 1879.

Ignacio_Pinazo_Camarlench_-_Bacchus

En 1899 obtuvo un primer premio en dicha exposición con La lección de memoria, que es un retrato de su hijo Ignacio leyendo. Realizó un gran número de cuadros y apuntes dedicados a los niños, para los que utilizó de modelo a sus hijos, que a su vez llegaron a ser también artistas, Ignacio escultor y José pintor. En 1881 regresó definitivamente a Valencia, concurriendo también a las exposiciones regionales celebradas en dicha ciudad. Su prestigio fue creciente a partir de entonces, acumulando numerosos nombramientos, como profesor de colorido en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de 1884 a 1886 y, en los últimos años de su vida, profesor auxiliar de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, puesto que abandonó para retirarse a Godella. Formó, junto con Francisco Domingo Marqués y Joaquín Sorolla, la gran trilogía de pintores valencianos de finales del siglo XIX y principios del XX. Cultivó todos los géneros y el Museo del Prado conserva ejemplos de todos ellos, con numerosos apuntes y pequeños estudios.

Ignacio Pinazo trabajó con colores oscuros, como el negro, el marrón y los colores terrosos, mezclados con la brillante paleta impresionista. En sus obras, a menudo se reconocen pinceladas rápidas. Para Pérez-Rojas, el virtuosismo de Pinazo con técnicas afines al impresionismo parece deberse a su procedencia de un medio proletario y a que en su juventud había trabajado en varios oficios, que, posiblemente, le familiarizaron con un manejo más directo de los materiales y de las formas. Algunos autores acercan parte de su obra y estilo al de Goya.

A partir de su primera estancia en Italia, desarrolla en cascada visiones y anotaciones más impresionistas. Va desarrollando un informalismo emocional, autónomo y expresivo que, progresivamente, va dominando el conjunto de su obra. De ser una artista que bebe de la cultura del naturalismo, evoluciona hacia visiones y tensiones más psicológicas y emotivas con el cambio de siglo.

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Un artículo de Alberto Muñoz Moral
Responsable de Comunicación de Licores Reyes