La Maison Fournaise es un restaurante y museo situado en la denominada “Isla de los Impresionistas” en el rio Sena en Chatou, al oeste de París.  Cerrado en 1906, la Maison Fournaise permaneció abandonada antes de ser restaurada en 1990 por iniciativa de la propia ciudad de Chatou, con la ayuda de los fondos privados de “Los amigos americanos de Arte francés”. El restaurante era el favorito de Pierre-Auguste Renoir. El artista francés pintó varias escenas del restaurante, destacando este “Almuerzo en el restaurante Fournaise” (1875), o el ya tratado y analizado “Almuerzo de los remeros” (1881), así como varios retratos de miembros del restaurante, y de los paisajes de los alrededores.

Maison Fournaise

“Almuerzo en el restaurante Fournaise” presenta un grupo de navegantes que se relaja después de una comida en Chatou, un lugar de vacaciones muy popular situado en una pequeña isla en el río Sena. En las últimas décadas del siglo XIX, el fácil y asequible transporte ferroviario altera la apariencia de pequeños pueblos a lo largo del Sena y la vida de sus habitantes. Multitud de turistas de clase media de París pronto acudieron a la zona para montar en barco, cenar, relajarse y escapar del ritmo frenético de la vida en la ciudad.

The Rower's Lunch

En esta pintura de Pierre Auguste Renoir, colega de Claude Monet y Edgar Degas, la luz del sol de un hermoso día de verano se filtra a través de las hojas, entrometiéndose en el restaurante al aire libre. Encontramos dos jóvenes de en una mesa; entre ellos, una mujer joven de espaldas, vestida con la franela azul, entonces muy popular entre las navegantes femeninas. Las frutas, el vino y los vasos sobre la mesa (incluso  la postura del navegante, reclinándose lánguidamente con un cigarrillo) indican que este almuerzo ha terminado o está a punto de hacerlo.

Al igual que la escena en sí, la paleta y el pincel muestran ambos un tono relajado y aireado. En este punto de su carrera, Renoir estaba muy comprometido con la captura de los colores luminosos de los cielos abiertos. Eliminó, por ello, tonos negros y grises de su paleta. Las sombras en la ropa blanca y el mantel en el primer plano son de color azul pálido, complemento del color oscuro del vestido de la mujer y haciéndose eco de las tonalidades del río espumoso en el fondo. La formación del artista como pintor de porcelana decorativa (fue uno de los pocos que pudo ganarse la vida en el comercio manual antes de pasar a la pintura) se puede comprobar por su virtuoso uso de los colores claros.

Renoir Lunch at the Restaurant Fournaise (The Rowers' Lunch), 1875

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Un artículo de Alberto Muñoz Moral
Responsable de Comunicación de Licores Reyes