Jean-Jules-Antoine Lecomte du Nouÿ (París, 1842 – ídem, 1923) fue un pintor y escultor francés de estilo orientalista. Fue alumno de Charles Gleyre y Jean-Léon Gérôme. Una calle parisina fue nombrada en su honor en 1932. Su obra no fue ajena al vino. Esto lo podemos comprobar en “Le Souper de Beaucaire”, fechado en 1894.

Lecomte_du_Nouy_Le_souper_de_Beaucaire

Jean-Jules-Antoine nació el 10 de junio de 1842 en París. Originario de origen piamontés, su familia se estableció en Francia desde el siglo XIV y en el momento de su nacimiento había alcanzado el estatus de nobleza. Lecomte du Nouÿ mostró un fuerte apego a las artes visuales desde muy joven y se dice que a los 6 años ya había pintado retratos de su padre y de su tío. En 1861, a los 19 años, el talento artístico del joven Jean-Jules-Antoine Lecomte du Nouÿ le llevó a convertirse en alumno del taller del artista suizo Charles Gleyre. Bajo la dirección de Gleyre, Jean-Jules-Antoine aprendió el significado del estilo individualista y se ganó los fundamentos de la presentación visual creativa. Más tarde, Lecomte du Nouy perfeccionó aún más su conocimiento de la forma artística bajo la tutela de Jean-Léon Gérôme, que fue un pintor de renombre del movimiento del academicismo. Fue en esta época cuando Jean-Jules-Antoine aprendió la precisión necesaria para representar la bella naturaleza, un estilo de ilustración que pretende crear las más bellas representaciones de la forma natural. Más tarde se convirtió en una de las principales técnicas empleadas en la obra emblemática de Lecomte du Nouÿ.

En 1865, Jean-Jules-Antoine acompañó a su colega Félix Auguste Clément en sus viajes a El Cairo, Egipto. Fue después de este viaje que el joven Lecompte du Nouy intentó retratar la opulencia de Oriente. En años posteriores, Jean continuó sus viajes, visitando países como Italia y Grecia. Lecompte du Nouy se inspiró en todas las facetas sociales, históricas y literarias de la cultura extranjera.

El estilo orientalista se caracteriza en gran medida por su contenido, pero también por su realismo y precisión en la representación de la forma humana. Esta última es una característica destacada de los métodos del siglo XIX defendidos por la Académie des Beaux-Arts. Jean-Jules-Antoine era una figura prominente dentro de la esfera del arte académico y, por lo tanto, se adheriría a un estilo artístico basado en reglas, con una habilidad bien desarrollada y una composición formal. La composición artística de las pinturas de Lecomte du Nouy se complementaba a menudo con el uso de la penumbra, lo que añadía ciertas cualidades dramáticas y melancólicas a su obra. Hasta el día de hoy, algunos, como el profesor Alan Braddock, consideran que Jean-Jules-Antoine era decididamente moderno para su época, porque su trabajo abordaba directa e indirectamente algunos de los temas clave de su época, aunque desde una perspectiva decididamente conservadora: el colonialismo, el comercio internacional, el género, la religión y la historia.

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Un artículo de Alberto Muñoz Moral
Responsable de Comunicación de Licores Reyes