Aert (o Arent) de Gelder fue un pintor barroco holandés nacido el 26 de octubre de 1645 en Dordrecht, donde murió el 27 de agosto de 1727. Tras estudiar con Samuel van Hoogstraten (1627 – 1678) entre 1661-3, fue uno de los últimos pupilos de Rembrandt (1606 – 1669) en Ámsterdam entre 1663-7. Él no fue sólo uno de los más talentosos alumnos de Rembrandt, sino que también fue uno de sus más devotos seguidores, porque él fue el único artista holandés a seguir trabajando con su estilo en el siglo XVIII. Sus pinturas religiosas, en particular, con su audacia imaginativa y la preferencia por los tipos orientales, están muy en el espíritu del maestro, aunque de Gelder usó a menudo colores – como lila y amarillo limón – que fueron atípicos de Rembrandt, y su paleta en general fue más ligera. Una de sus obras más conocidas, El sueño de Jacob (Galería Pictórica de Dulwich, Londres), durante mucho tiempo fue atribuida a Rembrandt. Pintó alrededor de 100 obras. Y alguna de ellas no fue ajena al vino. Este es el caso de “The Banquet of Ahasuerus”, pintado en la década de 1680.
Aert de Gelder inició su formación como pintor en el taller de Samuel van Hoogstraten, en Dordrecht, su ciudad natal, y hacia 1661 se trasladó a Amsterdam para completar sus estudios con Rembrandt. Fue el último alumno del maestro, con quien permaneció dos años. Tras finalizar su aprendizaje regresó a Dordrecht, donde residió hasta el final de su vida. Desde su juventud, Gelder fue considerado como el mejor y más directo seguidor de Rembrandt, pero también fue visto como una figura excéntrica al ser el único pintor holandés que seguía trabajando en este estilo ya entrado el siglo XVIII. Sus obras están claramente inspiradas por su maestro, como se aprecia en el Ecce Homo (Dresde, Staatliche Kunstsammlung), de 1671, que es una variación de un aguafuerte de Rembrandt con el mismo tema, o en Abraham y los ángeles (Rotterdam, Museum Boijmans van Beuningen), considerada durante mucho tiempo una obra auténtica de Rembrandt. Sin embargo, es sobre todo en la técnica pictórica donde las influencias rembrandtianas son más evidentes y donde se mantienen más tiempo. Sus pinceladas son amplias y pastosas, utilizando a veces los dedos o la espátula para conseguir distintas texturas. A Gelder también le gustaban los efectos conseguidos al arañar con el mango del pincel la superficie del cuadro con la pintura todavía fresca.
El género que más trabajó a lo largo de su carrera fue el de las escenas bíblicas, siendo Las escenas de la Pasión, pintadas hacia 1715, las más famosas. Al igual que Rembrandt, coleccionó armas, armaduras, trajes y zapatos antiguos, además de otras curiosidades, que luego representaba en sus cuadros. También hizo retratos, que lejos del modelo elegante de estilo flamenco, de moda entre los holandeses a finales del siglo XVII, llaman la atención por su naturalidad, como El doctor Boerhaave y su familia (Amsterdam, Rijksmuseum). El rasgo más característico y original de la pintura de Gelder fue su colorido, en especial a partir de principios de siglo XVIII, cuando comenzó a añadir a la paleta de Rembrandt los blancos nacarados, amarillos, azules, naranjas, verdes y violetas.
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