Arnold Böcklin (Basilea, 16 de octubre de 1827-Fiesole, Italia; 16 de enero de 1901) fue un pintor suizo encuadrado en el movimiento artístico del simbolismo de gran influencia en el posterior movimiento surrealista. Su obra no fue ajena al vino. Esto lo podemos comprobar en “Taberna en la Antigua Roma”, fechado en 1867.

Arnold Böcklin (Basilea, 16 de octubre de 1827-Fiesole, Italia; 16 de enero de 1901) fue un pintor suizo encuadrado en el movimiento artístico del simbolismo de gran influencia en el posterior movimiento surrealista. Su obra no fue ajena al vino. Esto lo podemos comprobar en "Taberna en la Antigua Roma", fechado en 1867.

De origen suizo, Arnold Böcklin fue uno de los artistas con más fama e influencia dentro del área germana durante el siglo XIX. Sus obras, entre lo real y lo imaginario, relacionadas con el Romanticismo y el simbolismo, fueron muy admiradas en su tiempo y recuperadas del olvido por Giorgio de Chirico y otros artistas surrealistas. Tras comenzar su formación en Basilea, entre los años 1845 y 1847, estudió en la Kunstakademie de Düsseldorf, donde coincidió con Carl Friedrich Lessing y Anselm Feuerbach. Posteriormente vivió durante un año en Bélgica y visitó París. En 1850 trasladó su residencia a Roma, donde entró en contacto con el círculo de artistas alemanes al que pertenecían Oswald Achenbach y Feuerbach.

La impresión que le produjo la cultura clásica hizo que sus paisajes comenzasen a convertirse en escenarios de temas mitológicos, en los que las figuras se presentaban como seres misteriosos que parecían personificar las fuerzas de la naturaleza. Tras siete años regresó, junto a su esposa italiana, a Basilea y expuso algunas de sus obras en el Kunstverein de Múnich. El interés por su trabajo del rey Ludwig I contribuyó considerablemente a convertirle en uno de los más afamados artistas de la época. También por estas fechas conoció al conde Von Schack, que fue uno de sus coleccionistas más fieles y le proporcionó un gran número de encargos. Tras trabajar a principios de la década de 1860 en la Kunstschule de Weimar, vivió en Roma, París, Basilea y Múnich. En 1874 se asentaría en Florencia, donde frecuentó el círculo del escritor Adolf von Hildebrand y el pintor Hans von Marées.Gracias a un contrato con el marchante Fritz Gurlitt a partir de 1880, su obra comenzó a ser adquirida con mucho éxito en Berlín y Dresde. Finalmente, y tras cinco años en Zurich, se instaló en Italia. Desde 1894 vivió en la Villa Bellagio, en San Domenico, cerca de Fiesole, que decoró junto a su hijo Carlo. Murió en 1901.

Böcklin ejerció su influencia sobre los pintores surrealistas como Max Ernst, Salvador Dalí y Giorgio de Chirico. Otto Weisert diseñó un tipo de letra art nouveau en 1904 a la que llamó «Arnold Böcklin», tres años después de la muerte del pintor. Las pinturas de Böcklin, en especial La isla de los muertos, inspiraron a varios compositores tardorrománticos. Rajmáninov y Heinrich Schülz-Beuthen compusieron poemas sinfónicos inspirados por ella, y en 1913 Max Reger compuso un conjunto de Cuatro poemas tonales según Böcklin, de los cuales el tercer movimiento es La isla de los muertos​ (Los otros son El ermitaño tocando el violín, El juego de las olas y Bacanal).

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Un artículo de Alberto Muñoz Moral
Responsable de Comunicación de Licores Reyes