André Derain (Chateou, 10 de junio de 1880 – Garches, 8 de septiembre de 1954) fue un pintor, ilustrador y escenógrafo francés, representante del fauvismo. Su obra no fue ajena al vino. Esto lo podemos comprobar en “Nature morte”, fechado en 1912.

André_Derain,_1912,_Nature_morte_(Still_Life),_oil_on_canvas,_100.5_x_118_cm,_The_State_Hermitage_Museum,_Saint_Petersburg,_Russia._Reproduced_in_Du_Cubisme,_1912

El pintor francés André Derain fue uno de los principales protagonistas de la corriente fauve y una de las figuras más destacadas del movimiento moderno. En 1898 abandonó sus estudios de ingeniería para dedicarse a pintar. Comenzó a asistir a la Académie Carrière al tiempo que tomaba apuntes en el Musée du Louvre. En un principio, Paul Cézanne ejerció una fuerte influencia sobre su pintura y más tarde se sintió fascinado por la obra de Vincent van Gogh expuesta en la Galerie Bernheim-Jeune. En esos primeros años compartía estudio con Maurice de Vlaminck en Chatou y mantenía una estrecha relación con Henri Matisse, con el que pasó el verano de 1905 en Collioure, donde comenzó a utilizar la técnica puntillista. Bajo la influencia de la pintura de Paul Signac, Derain aplicaba los colores puros, sin mezclar, sobre un lienzo de preparación blanca, con una pincelada de pequeños toques gruesos y cuadrados que daban a la superficie pictórica un aspecto de mosaico. La presentación de las obras de Derain junto a las de Matisse, Vlaminck y otros jóvenes artistas, en el Salon d’Automne de 1905, les valió el calificativo de fauves (salvajes) por parte del crítico Louis Vauxcelles. El marchante Ambroise Vollard envió a Derain a Londres, desde marzo de 1906 a febrero de 1907, para que repitiera la experiencia llevada a cabo unos años antes por Claude Monet en su serie sobre el río Támesis. En la capital inglesa pintó un conjunto de obras que constituyen el punto álgido de su periodo fauve.

Muy inteligente y preparado en el arte de la pintura, también contaba con una educación universal. Fue el alma del fovismo con su inclinación a los matices, su juventud impetuosa y su febril perseverancia. Derain demostraba su receptividad al nuevo dogma de “forma a través del color” admirando a Vincent van Gogh y a Paul Cézanne. Realizó una serie de pinturas de este estilo, primero en Collioure, en 1905, y luego en Londres en 1906, entre las que pintó “Una Esquina de Hyde Park”, ”El Puente de Westminster” y “El London Bridge”. En 1906 comenzó a relacionarse con el grupo intelectual de Montmartre (Max Jacob, André Salmon, Guillaume Apollinaire) y en 1907 entabló amistad con Georges Braque y Pablo Picasso, con los que compartía su nuevo interés por el arte primitivo, que influyó en sus esculturas en piedra. En 1908 destruyó gran parte de su obra para concentrarse en una serie de paisajes en los que partía del constructivismo de Cézanne y de una cierta influencia del incipiente cubismo de Braque y Picasso. Después de pasar cuatro años en el frente durante la Primera Guerra Mundial, su pintura se hizo más clásica, bajo la influencia de Jean-Baptiste-Camille Corot y de los grandes maestros del clasicismo.

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Un artículo de Alberto Muñoz Moral
Responsable de Comunicación de Licores Reyes