Juan Antonio Salvador Carmona fue un grabador español, miembro de una reconocida saga de artistas. Su obra no fue ajena al vino. Esto lo podemos apreciar en “La vendimiadora”, fechado hacia 1768.

Sobrino del escultor Luis Salvador Carmona, hermano y discípulo del mejor grabador a buril español, Manuel. En la casa paterna comenzó a copiar modelos de las cartillas de dibujo al uso, y fue el último de los hermanos que se trasladó a Madrid para continuar su formación en las Bellas Artes junto a su tío -en aquellos años subdirector de Escultura de la Real Academia de San Fernando-. Alumno de esta institución, en un principio parecía inclinarse por la escultura como su hermano José pero, finalmente, se dedicó al estudio del grabado en talla dulce, primero con Tomás Pérez, grabador de mapas y cartas geográficas que había estado pensionado en París junto a su hermano. Durante dos años estuvo con este grabador y, a partir de 1763, continuó su formación con su hermano Manuel. El propio grabador redactó su autobiografía fechada el 16 de octubre de 1795 y fue publicada por Antonio Rodríguez Moñino en la monografía que dedicó a este grabador. Entre sus primeras obras se cuentan “Las estaciones del año”, por dibujos de Manuel, hechos con el fin de que Juan Antonio prosiguiese en el dominio de la técnica de la talla dulce. A partir de este año comienza ya a recibir encargos -sobre todo estampas de devoción-, y se inicia en la reproducción de pintura con tres composiciones de Murillo: “El vinatero”, “La vendimiadora” y “Santiago Apóstol”. Con estas obras solicita el título de académico supernumerario de la de San Fernando, distinción que obtiene en 1770. En torno a este año graba una de sus láminas más famosas: “El baile en máscara” por pintura de Luis Paret. En 1772 colaboró en el “Misal de media Cámara” que imprimió la Real Compañía de Impresores y Libreros del Reino, encargada de imprimir los libros del nuevo rezado y participó en la edición de Joaquín Ibarra de la “Conjuración de Catilina y Guerra de Yugurta”. En 1778 acompañó a su hermano Manuel a Roma con motivo del matrimonio de éste con Ana Maria Mengs. También en 1778 graba los retratos del Príncipe de Asturias y su esposa María Luisa, obteniendo el título de grabador del Príncipe de Asturias en 1786, después de haberle dedicado las cuatro láminas que representan las partes del mundo por pinturas de Lucas Jordán existentes en el Palacio Real. Con este título firmó hasta que con la subida al trono de Carlos IV éste le nombró grabador de Cámara en 1789. Entre los malogrados proyectos del grabador se encuentra en de grabar al aguafuerte el santoral completo según las biografías del padre Ribadeneyra, tan sólo abrió los 31 santos de enero y 10 del mes de febrero. Además de la reproducción de pintura, entre las que se cuentan la “Mater Dolorosa” y el “Ecce Homo” de Tiziano y el “Cristo” del convento de San Plácido de Velázquez, se dedicó a la estampa de devoción, grabó dos láminas en 1786 para el Atlas de Vicente Tofiño de San Miguel: “Plano geométrico de la Bahia de Algeciras y Gibraltar” y las “Costas de Mallorca”. Además grabó 56 láminas para una colección dedicada a la “Sagrada Familia, Apóstoles, Evangelistas y Doctores de la Iglesia”. Al igual que ocurriera con los demás alumnos de Carmona, su hermano Juan Antonio también participó en las colecciones de estampas que se publicaron en esta época como fruto de la política ilustrada: “Vista y mapa de Aranjuez”, “Colección de retratos de españoles ilustres” y las “Antigüedades árabes de Granada y Córdoba”. Tras su muerte, en 1805, la familia vendió 107 láminas de su mano a la Calcografía Nacional

Según texto extractado de Vega, J.: Museo del Prado. Catálogo de estampas, Museo del Prado, 1992, p. 191, “la estampa reproduce la pintura que estuvo en el Palacio Real de Madrid. Tras grabar la serie de Las estaciones del año en 1764, Juan Antonio Salvador Carmona, comenzó a recibir encargos de estampas de devoción y se inició en la reproducción de pinturas con El vinatero, La vendimiadora y Santiago Apóstol, todas de Murillo. Con estas obras solicitó el título de académico supernumerario de la Academia de Bellas Artes de San Fernando obteniéndolo en 1770”.

Atendiendo a “Una colección de pinturas en el Madrid del siglo XVIII: El Marqués de la Ensenada”, en Cinco siglos de arte en Madrid (XV-XX), Madrid, 1991, 165-177, “se trata de un segundo estado, estampado en el siglo XVIII; en el primero la inscripción era diferente: Grabado por el quadro original de Murillo, que el Exmo. S.or / Marqués de la Ensenada conserva en su colección. En 1768 Mengs cita esta obra de la colección del marqués de la Ensenada entre las que serán adquiridas para el Rey. Se inventaría en Palacio por primera vez en 1772, indicándose haber pertenecido al marqués de la Ensenada”.

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Un artículo de Alberto Muñoz Moral
Responsable de Comunicación de Licores Reyes