Francesco Bassano el Joven, también conocido en España por Bassano el Mozo, miembro de una extensa familia de pintores italianos. Primer hijo de Jacopo Bassano. Su obra no fue ajena al vino. Esto lo podemos apreciar en La Última Cena, creación fechada hacia 1586.
Se inició colaborando con su padre y sus primeras obras conocidas pueden fecharse alrededor de 1568. Su estilo se distingue ligeramente del de Jacopo por su toque más enérgico, un tono más descuidado y un cierto manierismo en el tratamiento de los ropajes. Fue el más dotado de entre los cuatro hermanos, todos pintores, que formaron el taller bassanesco. Éste funcionó con una coordinación casi industrial, siguiendo una y otra vez los modelos paternos que tanto éxito obtuvieron, primero en Venecia y después en toda Europa.
En torno a 1574 inició un nuevo tipo de pinturas casi siempre oblongas, de tema bíblico al que se unen composiciones cíclicas de las estaciones, los elementos, etc., ambientadas en un amplio paisaje con elementos de género. Posiblemente sus concesiones al paisaje de alta línea de horizonte, perspectivas forzadas y predominio de árboles tienen su origen en pintores nórdicos como el flamenco Lucas van Valkenborch.
El Museo del Prado es especialmente rico en ejemplares de esta época en que la colaboración entre padre e hijo es muy frecuente, como en la obra que nos ocupa. Según el texto extractado de Falomir, M.: Los Bassano en la España del siglo de Oro, Museo Nacional del Prado, 2001, pp 150-151 “aunque Bettini señalaba precedentes paternos, se trata de una interpretación personal de Francesco del pasaje evangélico. Se conocen tres versiones a él debidas, de las cuales la del Museo del Prado sería la última. La primera, fechada hacia 1585, fue subastada en Sotheby´s Florencia en 1984 y de ella se conserva un dibujo preparatorio con las figuras del anciano barbado y el paje a la izquierda (Viena, Albertina, núm. 1699), que Rearick puso en relación con el cuadro del Prado. La segunda fue pintada en 1586 para Santa María Maggiore en Bérgamo, y poco después, se ejecutó la del Prado. Aceptando esta periodización, apenas se aprecian cambios en el tratamiento del tema más allá de los lógicos derivados de un formato apaisado u otro vertical”.
En este mismo documento se detalla que “respecto a la pintura de Santa María Maggiore, se repiten motivos y figuras puntualmente, pero la composición general es menos afortunada. En la realizada para la iglesia de Bérgamo, la disposición diagonal de la mesa, y con ella de los comensales, se integra perfectamente en el profundo escenario creado por una imponente arquitectura; una adecuación peor resuelta en la composición del Prado. El colorido poco matizado es el propio de las últimas obras de Francesco, cuando se hace evidente el influjo de su hermano Leandro”. Además de las obras atribuidas a la creación conjunta de Francesco y su padre, se han podido asignar a la mano de Francesco una gran variedad de lienzos de diferentes motivos religiosos, siempre densamente poblados de gran riqueza zoológica que actuaba como si de una denominación de origen del taller se tratase.
En sus últimos años su manera se aproximó cada vez más a la de su hermano Leandro. En el verano de 1592 se suicidó a causa del padecimiento por la tisis. Si te ha gustado su obra, del mismo modo que te gusta el vino, te recomendamos visitar la tienda online de Licores Reyes hoy mismo para encontrar las mejores propuestas: http://tiendalicoresreyes.es