La Maison Hennessy celebra el Año Nuevo Lunar y el Año del Buey con coñacs XO y VSOP de edición limitada y con “SPRING”, una obra de arte especialmente encargada, todo ello diseñado por el renombrado artista contemporáneo chino Liu Wei. El Año del Buey, que llega tras una época especialmente difícil, se asocia tradicionalmente con la apertura, el talento y la confianza. Con este espíritu, la Maison Hennessy ha concedido a Liu Wei carta blanca para anunciar un período auspicioso que conlleva la promesa de esperanza, unión y horizontes brillantes, además de un diseño para sus ediciones especiales del Año Nuevo Lunar de la colección Hennessy. En su celebración cultural anual del Año Nuevo chino, Hennessy reafirma sus valores inherentes de constancia y dedicación a la artesanía mediante colaboraciones artísticas de edición especial. Encontró un espíritu afín en Liu Wei, cuya pintura dinámica y abstracta “SPRING” rebosa de color, movimiento y sensación de transformación.

La resonancia emocional de la obra, diseñada para quedar abierta a la interpretación individual, tiene su origen en la búsqueda constante de lo que el artista de Pekín llama “un cierto tipo de belleza dentro de un mundo de posibilidades”. Esta búsqueda es un reflejo del savoir-faire consagrado de los Maestros Mezcladores de Hennessy para elaborar coñacs excepcionales, generación tras generación.

“En la elaboración del coñac hay espacio para la imaginación infinita. Se trata de explorar lo desconocido y no dar nada por sentado”, dice Liu Wei.

La historia de la emblemática casa de coñac y su técnica de ensamblaje fascinaron e impresionaron al artista cuando visitó por primera vez Cognac. Desde los viñedos circundantes hasta las destilerías y la Bodega del Fundador, el ritmo de vida de la Maison Hennessy está siempre guiado por el presente y se nutre de una herencia única de cuestionamiento, exploración y perfeccionamiento de un oficio.

“La elaboración del coñac es un arte porque el discernimiento de los aromas y los sabores depende también de las emociones. Hay espacio para una imaginación infinita”, observa Liu Wei. “La elaboración del coñac no tiene límites, se trata de explorar lo desconocido y no dar nada por sentado”.

“La Maison Hennessy es una especie de cultura en sí misma. En Cognac, me di cuenta de cuánto tiempo y paciencia se necesita para elaborar una barrica o perfeccionar una mezcla. En un mundo en el que tantas personas trabajan como máquinas, la Maison Hennessy se centra en la excelencia del gesto. Ambos damos vida a la belleza del mundo a través del arte: lo que creamos es una expresión contemporánea de la emoción”, dice Liu Wei.

Para Hennessy, Liu Wei concibió “SPRING” como una invitación sensorial a experimentar la estación del renacimiento a través de una pintura casi caleidoscópica que transmite una sensación de alegría. El cuadro, un eco visual de la profundidad de los coñacs Hennessy, parece espontáneo y orgánico; sus vibrantes tonos fucsia, azul, verde y amarillo animan el espíritu. La elección del medio por parte del artista -al igual que sus formas recurrentes- es fruto de la reflexión y la resistencia, un gesto de autoexpresión y una metáfora creativa de las muchas direcciones que uno puede elegir en la vida.