Celso Lagar Arroyo (Ciudad Rodrigo, 1891 – Sevilla, 1966) fue un pintor español expresionista de la primera generación de la Escuela de París, donde residió la mayor parte de su vida. Estuvo influenciado por vanguardias de todo tipo, como cubismo y fovismo. Pintó principalmente paisajes y bodegones. En el catálogo de 1915 de la exposición en la Galería Dalmau de Barcelona se publicó un breve texto de Lagar en el que definía el Planismo, un movimiento artístico de vanguardia que impulsó y del que fue su único practicante. Desde un punto de vista personal, es una persona depresiva y completamente dependiente de su mujer, la escultora francesa Hortense Begué. Su obra no fue ajena al vino. Esto lo podemos comprobar en “Escena de circo”, fechado en 1943.

Desde su Ciudad Rodrigo natal, se marchó a Madrid para formar parte del taller de uno de los mejores escultores del momento, Miguel Blay. Durante 1910 y 1911 visitó Barcelona. Más tarde estudió escultura en París en 1911 aconsejado por Blay, donde conoció a Joseph Bernard, a su amigo Amedeo Modigliani y a su futura mujer, la escultora francesa, Hortense Begué. Será precisamente en ese momento cuando, paulatinamente, abandone la escultura en favor de la pintura.

El estallido de la Primera Guerra Mundial supondrá, en la vida y obra de Celso Lagar, el inicio de una nueva etapa. Permaneció en Barcelona durante la guerra, donde logra un cierto reconocimiento, que le permite su regreso a París. En 1919 se asienta definitivamente en Francia. Su época hasta finales de los años 30, es el momento de su mayor esplendor del artista. Consigue exponer sus obras en las mejores galerías parisinas, su producción es abundante y constante. Tanto en su residencia en París como en sus estancias, desde 1928, en Normandía desarrollará un producción artística con unos temas muy concretos: bodegones, reminiscencias españolas, paisajes y sus celebradas escenas circenses. Pasado ya el período de influencias vanguardistas de todo tipo (cubismo, fauvismo, vibracionismo, biologismo, simultaneísmo, ultraísta,…), Celso Lagar encontrará un camino propio marcado fundamentalmente por la inspiración goyesca y picasiana. El reconocimiento de crítica y público aumenta.

Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial finalizará su época dorada. Lagar y Hortense son obligados a refugiarse en los Pirineos franceses en medio de unas condiciones de vida muy difíciles. Su regreso tras la liberación de París, no tuvo tanta repercusión. Lagar continuará con los mismos temas y técnicas de antes de la guerra pero el público ya busca nuevos contenidos. Poco a poco, el éxito se difumina y las penurias económicas afectan a la pareja.

En este momento, su mujer Hortense ingresa en el hospital Broca y en 1955 muere. Lagar cae en una profunda depresión e ingresará en el psiquiátrico de Sainte Anne. Su labor artística finaliza completamente. En ese momento, por orden judicial, se realizan dos subastas de las obras que permanecían en su taller, para pagar su estancia en el manicomio. En octubre de 1964 regresa a España viviendo en Sevilla con una hermana hasta su muerte el 6 de septiembre de 1966.

Sus cuadros se encuentran en numerosos museos de toda Europa, como: La Rochelle, Museo Goya en Castres, Honfleur (Francia), Petit-Palais de Ginebra, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Casa Lis de Salamanca, Museo Carmen Thyssen (Málaga) y en prestigiosas colecciones como la de Crane Kallman (Londres) o Zborowski (París). Fue ilustrador de varias revistas, entre ellas, las españolas Revista Nova, Un enemic del Poble y Troços.