Frans Snyders, o Snijders, fue un pintor flamenco de animales y bodegones. Su obra no fue ajena al vino. Esto lo podemos comprobar en “Ceres y Pan”, su obra fechada hacia 1620.

Snyders nació y murió en Amberes. Sus padres tenían un restaurante en Amberes que los artistas frecuentaban. Está documentado como estudiante de Pieter Brueghel el Joven en 1592/1593, y posteriormente recibió formación de Hendrick van Balen, el primer maestro de Antoon van Dyck. Fue amigo de Van Dyck quien pintó a Snyders y su esposa más de una vez (Colección Frick, Kassel etc). Entró en la cofradía de pintores de Amberes en 1602. Visitó Italia en 1608-9, pasando por Roma, y trabajando para el Cardenal Borromeo en Milán. En 1611 se casó con Margaretha, hermana de Cornelis de Vos y Paul de Vos (otro pintor de animales), en Amberes. Jan Fyt fue primero su alumno, y luego su ayudante, desde 1629.

Snyders inicialmente se dedicó a pintar flores, fruta y temas de bodegones, pero más tarde se volvió hacia la pintura de animales, y ejecutó con gran habilidad y espíritu escenas de caza y combates de animales salvajes. Fue uno de los primeros grandes especialistas animaliers. Se considera que él creó dos nuevos tipos de pintura: la naturaleza muerta de caza y las «despensas». Su composición es rica y variada, su dibujo correcto y vigoroso, su toque marcado y bastante expresivo de las diferentes texturas de pieles. Su excelencia en este tipo de pintura suscitó la admiración de Rubens, quien frecuentemente le utilizó para pintar animales, fruta y bodegones en sus propios cuadros, y ayudó a Jacob Jordaens, Thomas Willeboirts Bosschaert y otros artistas de manera similar.

En las cazas del león y del jabalí que llevan el nombre de Snyders aparece a veces la mano de Rubens. Es uno de los albaceas del testamento de Rubens. Fue nombrado pintor principal del archiduque Alberto, gobernador de los Países Bajos españoles, para quien hizo algunas de sus mejores obras. Una de ellas, una Caza del ciervo fue regalada al rey Felipe III de España, quien junto con su sucesor, Felipe IV, encargaron al artista que pintase varios temas de caza, que aún se conservan en España. También trabajó para el archiduque Leopoldo Guillermo de Habsburgo, cuando se convirtió en gobernador.

Según información revisada y actualizada por el Departamento de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo Nacional del Prado (enero, 2015), “la representación de la diosa de la agricultura y las estaciones Ceres junto al dios Pan no viene descrita en las obras clásicas. Ceres era hija de Saturno y por lo tanto hermana de Júpiter, siendo así diosa primitiva. La idea de Pan como dios surgió en el siglo XV, debido también a su origen primitivo y su vinculación con la tierra y el inicio de todo. De esta manera dos dioses relacionados por la naturaleza, las fuerzas de los elementos, la agricultura y la prosperidad se unen para mostrar la abundancia y la fecundidad. Ceres sujeta el cuerno de la abundancia lleno de diferentes frutas y hortalizas mientras que Pan, a su lado, se inclina hacia ella con un cesto también repleto de frutas. Se observan diferentes bodegones aislados por toda la composición, como en la esquina inferior derecha. Al fondo el paisaje se abre para dar mayor profundidad a la escena y vemos figuras sentadas y una mujer con un canasto en la cabeza, reforzando aún más la simbología de la obra. Esta pintura vuelve a ser de nuevo una colaboración entre Frans Snyders y el taller de Rubens. Estos dos artistas trabajaron juntos en numerosas obras, pintando principalmente el primero los elementos naturales y el segundo las figuras, como sucede en este caso si bien han salido del taller”.

“Esta pintura formaba parte de un conjunto llegado desde Flandes para decorar la Torre de la Reina del Alcázar de Madrid. La primera referencia documental de este grupo de 26 obras aparece en el inventario del Alcázar de 1636, donde se mencionan 25 de ellas en la “Pieza grande antes de el dormitorio de su magd. que es donde cena en el quarto bajo de verano” y la otra, una guirnalda de flores y angelotes de F. Snyders, Jan Brueghel el viejo y el taller de Rubens en la “Pieza donde su magd. duerme en el quarto bajo de verano”. En este inventario se dice, tras enumerarlas, que fueron las “que se trajeron de Flandes a la reina nra. Sa y estaban colgadas en la torre nueva de su quarto alto y su magd. el Rei nro. Sr. las mandó poner aquí”. Así las pinturas fueron trasladadas de su ubicación original a otros dos nuevos emplazamientos sin que sepamos ni el motivo ni la fecha. Del origen del conjunto llegado desde Flandes poco se sabe más allá de un documento citado por Pedro de Madrazo en su Viaje Artístico de 1884 (pg.110) el que se habla de un pago en 1623 autorizado por la reina, Isabel de Borbón, de unas obras llegadas de Flandes para decorar sus aposentos. Así pues desconocemos de donde pudo venir esta comisión, si fue la reina quien encargó estas obras, el rey o si la idea vino de Flandes pasando por la archiduquesa Isabel Clara Eugenia. Lo que si parece cierto es que no se trata de un encargo cerrado a un pintor, sino más bien un conjunto de obras de diferentes artistas flamencos enviados para decorar la mencionada Torre, después de las remodelaciones llevadas a cabo allí por Juan Gómez de Mora”, según información revisada y actualizada por el Departamento de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo Nacional del Prado (enero, 2015).

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Un artículo de Alberto Muñoz Moral
Responsable de Comunicación de Licores Reyes